Corazón de campeona

El amor no duele. No entristece y tampoco hace sufrir. Ni te golpea, ni te hunde en la miseria. El amor es otra cosa. Es cariño. Es respeto, complicidad, pasión, entrega y tolerancia. El amor es igual para unos que para otras. Y el que bien te quiere no te hará llorar.

Lo sabe muy bien la protagonista de «Corazón de campeona», el monólogo de humor protagonizado por la actriz navarra Ainhoa Ruiz, escrito y dirigido por Maite Redín y producido por Tdiferencia.. Aunque le costó más de veinte años darse cuenta -pasada la treintena-y unos cuantos amores frustrados. En el centro del cuadrilátero, hace un repaso de su experiencia vital, de sus amores infantiles, adolescentes y adultos. Y descubre ante el espectador que «la educación es muy importante y que ella aprendió la lección equivocada«.

Esa que su querida tía Isabel, la «más guay de todas las tías», le repetía cada vez que un niño le hacía llorar. A los seis años cuando un compañero estampó sus croquetas de barro en su pelo y cuando, a los nueve, el primo de su prima le tiró de la bici: «Cariño, es porque le gustas. El amor duele. Los amores que duelen son los más bonitos».

Y ella se lo creyó, pensó que el dolor significaba amor. Y esa fue su manera de mostrárselo a un compañero de clase -Luis, el de la gran sonrisa-: empujándole por la ventana. Pero Luis no lo entendió. Ni su profesora y mucho menos su familia. Aquella «declaración de amor» le costó la expulsión y años de terapia.

Sólo su abuela supo explicárselo: «Cariño, lo que vale para ellos no vale para ti. Pero eso, algún día, será diferente«. Ella fue la que comenzó a abrirle los ojos. A mostrarle las diferencias entre unos y otras. Descubrió que los chicos a los que hacía daño no tenían una «tía Isabel» que les dijera que el amor duele. Y se preguntó: «A mi me lo dijeron. A ellos, ¿por qué no?». Porque lo que vale para ellos, no vale para ti.

Y, poco a poco, y con la ayuda de Ramón -«su amor«- conoció al verdadero. Aquel que conjuga compañerismo y sexo en una misma persona. Ese que te respeta y que no te hace llorar. Y aunque le costó aceptarlo, ahora sabe que el amor no debe doler; que si te quieren, no te hacen daño. Y que aunque la felicidad no se puede sentir todo el tiempo, cada persona toma las decisiones de su vida y éstas se deben respetar: casarse o permanecer soltera, ser madre o no tener hijos, vivir en pareja o disfrutar de la soledad. Por eso, está segura de que su abuela se sentiría orgullosa de ella.»A mi abuela le debo luchar para que lo que valga para ellos valga también para mí»

Corazón de campeona se estrenó en marzo del año pasado.

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