Para tí, ¿qué es el teatro?

Iciar Irurtia Orzaiz

El 27 de marzo se celebra el Día Mundial del Teatro. Una jornada destinada a dar a conocer qué representa el teatro para la cultura, a nivel mundial. Ese día, en todo el mundo se organizan actos relacionados con las artes escénicas. Para celebrar y conmemorar esta jornada, que se instauró en el año 1962, de la mano del Instituto Internacional del Teatro (ITI).

Uno de los actos más destacados del Día Mundial del Teatro es la difusión del mensaje internacional redactado, anualmente, por una figura destacada del mundo de las artes escénicas. En él, el autor -invitado por el ITI- comparte sus reflexiones acerca de la cultura y el teatro. El poeta, dramaturgo y cineasta francés Jean Cocteau fue el autor del primer mensaje, en el año 1962. Este 2024, las reflexiones del escritor y dramaturgo noruego Jon Fosse serán protagonistas el 27 de marzo.

Pero, ¿qué es el teatro? El teatro es un movimiento cultural que consiste en la narración de una historia o la recreación de una situación, en vivo, por parte de uno o varios artistas ante un auditorio. Es una de las artes escénicas más destacadas que se completa con la música, la escenografía y la iluminación.

Y, ¿qué es para tí ?

Hemos hablado con profesionales dedicados al mundo de las artes escénicas y aquí resumimos qué nos han contado…

CELIA FAÑANÁS, actriz.

«Para mí el teatro es una apertura al mundo y a una misma. Una forma de arte que nos obliga a estar presentes, tanto cuando estamos encima como frente al escenario. Solo existe el aquí y el ahora, no es posible controlar lo que va a pasar al 100% y, sea lo que sea lo que ocurra, solo serán partícipes aquellos que se encuentren en ese espacio y tiempo concretos: no se podrá repetir jamás.
Además, es una herramienta increíble para conocernos, para conocer el mundo que nos rodea; nos ayuda a entender mejor a las personas y, por ende, nos hace más empáticos. También nos sirve para ampliar horizontes, para abrir la mirada, para ponernos en los zapatos de otrxs. Tiene el poder de generar cambios sociales brutales, y también de, simplemente, entretener y hacer que nos olvidemos de cualquier problema. Nos permite jugar, fingir ser adultxs o volver a ser niñxs.
Personalmente, además de ser mi forma de ganarme la vida, es mi pasión y mi vía de escape, una forma de crecer como persona y profesionalmente. No me imaginaría mi vida sin el teatro».

MAITE REDIN, dramaturga, directora y actriz

«Para mí, el teatro es mi vocación, mi oficio y mi mayor disfrute. Ocupa un lugar muy grande en mi vida, no hay nada ni nadie a quien dedique tanto tiempo. La pasión y el amor los tengo más repartidos…
Creo que, desde pequeña, quise ser una contadora de historias. No sabía la forma, pero sabía que quería contar todas las historias que venían a mi cabeza y poner voz a los personajes que salían en ellas. Quería leerlas en voz alta y quería vivir cada una de esas vidas que imaginaba mientras volvía del cole, hacía la cama, estaba en clase o intentaba hacer la tarea sin éxito.
Luego descubrí que mi forma de hacerlo sería el teatro. Escribir teatro, actuar y dirigir espectáculos es la manera de expulsar mis historias para que me quepan otras. Es la forma más bonita que he encontrado de unir vocación, oficio, ilusión y, por qué no, misión«
.

IRATI MUÑOZ, actriz

«El teatro llegó a mi vida hace, aproximadamente, cinco años y creo que me lo voy a llevar a la tumba.

Gracias al teatro he conocido a gente a la que quiero muchísimo. Pero sobre todo, me he conocido más a mi misma y es algo por lo que le estoy muy agradecida.

A mí, que soy una persona bastante impaciente, me hace vivir más en el famoso “aquí y ahora”.

Subirme a un escenario me da la vida, recarga mi barrita de felicidad.
Y ver a gente a la que quiero o admiro encima de él, me produce muchísima felicidad».

NAIARA AZPILKUETA, actriz

«Para mi, el teatro es un lugar en el que jugar mucho, muchooo… El tiempo se para y podría pegarme horas y horas sobre un escenario. Hago teatro porque no quiero separarme de la sensación de hacer un trabajo «artesano» que me obliga a estar concentrada y que, además, puede generar momentos bellos que compartir con el público: haciendo reír, llorar o pensar».

AINHOA RUIZ, actriz

«El teatro ha sido fundamental en mi vida. Desde mis primeras extraescolares de teatro en el colegio, que me permitieron viajar y divertirme con amigas nuevas, la formación en la Escuela Navarra de Teatro (ENT) que me dio muchísima confianza en mi misma, los años como profesional dedicándome a hacer lo que más me gusta en el mundo… Cuando estoy en el escenario, las preocupaciones desaparecen, los síntomas de las enfermedades disminuyen y solo queda gozar y hacer gozar. El teatro es mi medicina«.

MENSAJE DEL DÍA MUNDIAL DEL TEATRO 2024

Cada persona es única y, al mismo tiempo, como todas las demás. La apariencia, se puede ver, es cierto, pero también hay algo dentro de cada persona que le pertenece, que la hace única. Podemos llamarlo alma o espíritu, o bien, podríamos no ponerle palabras, simplemente dejar que este ahí.

Al mismo tiempo que somos diferentes, también somos iguales. Las personas de todo el mundo somos fundamentalmente iguales, sin importar qué lengua hablemos, qué color de piel o de cabello tengamos.

Quizás esto sea una especie de paradoja: que somos completamente iguales y diferentes al mismo tiempo. Tal vez una persona es paradójica en su conexión entre el cuerpo y el espíritu, entre lo terrenal y tangible y lo que trasciende los límites materiales y terrenales.

El arte, el buen arte, consigue a su manera y de forma fabulosa reunir lo absolutamente único con lo universal. Nos permite entender la diferencia entre lo extraño y lo universal. Al hacerlo, el arte trasciende las fronteras de los lenguajes y los límites geográficos. Reúne, no solo las cualidades individuales, sino también las características de un grupo de personas, por ejemplo, las naciones.

El arte no se expresa provocando que todo sea igual, por el contrario, nos muestra nuestras diferencias, aquello que es ajeno o extraño. Todo buen arte contiene precisamente eso: algo extraño, algo que no podemos comprender completamente y que, sin embargo, entendemos de cierto modo. Contiene lo enigmático, algo que nos fascina y por lo tanto nos lleva más allá de nuestros límites y así crea la trascendencia que todo arte debe contener y a la cual conducirnos.

No se me ocurre una mejor manera de unir los opuestos. Es exactamente el enfoque inverso al de los conflictos violentos que vemos a menudo en el mundo, que alimentan la tentación destructiva de aniquilar todo lo extraño, todo lo único y diferente, comúnmente utilizando los inventos más inhumanos que la tecnología ha puesto a nuestra disposición. Hay terrorismo en este mundo. Hay guerra, puesto que la gente tiene un lado animal que lo lleva a ver lo extraño como una amenaza a su propia existencia, en lugar de ver el fascinante enigma que eso representa.

Y entonces lo único, lo diferente que es universalmente comprensible, desaparece. Dejando atrás una semejanza colectiva donde todo lo diferente es una amenaza que debe ser erradicada. Lo que vemos desde fuera, se ve como desigualdad; por ejemplo, las religiones o ideologías políticas se convierten en algo que debe ser derrotado y destruido.

La guerra es la batalla contra lo que yace en lo mas profundo de cada uno de nosotros: lo único. Y es una batalla contra todo arte, contra la esencia mas íntima de todo arte.

He hablado del arte en general, no del arte teatral en particular, esto se debe a que todo buen arte, en el fondo, gira en torno a lo mismo: tomar lo singular y específico para hacerlo universal. Articula en su expresión artística aquello único con lo universal: no eliminando lo singular, sino enfatizándolo; dejando que lo extraño y lo desconocido brille claramente.

Es tan simple como que la guerra y el arte son opuestos, que la guerra y la paz son opuestos. El arte es paz.

Jon Fosse, escritor y dramaturgo noruego.

Y para mí, ¿qué es el teatro? Diría más bien qué ha supuesto para mí el teatro: TODO un descubrimiento. Ha despertado en mí sensibilidades que creía inexistentes, me ha enseñado a ver la vida desde un escenario y he aprendido a quererlo mucho. A disfrutar en el patio de butacas, a comprender la emoción del artista, a conocer sus entresijos y a contar todo lo que veo. A comerme las uñas antes de un estreno y a emocionarme con la ovación del público. El teatro me ha llevado de regreso a mi profesión y me ha ayudado a disfrutarla por partida doble. Así que… ¡Qué viva el teatro!

Iciar Irurtia Orzaiz, periodista.

¿Cómo se hizo Onin y el Misterio del Teatro?

Iciar Irurtia Orzaiz

¿Cómo surgió la idea? ¿En qué momento se les pasó por la cabeza llevar a Onin al teatro? ¿Fue complicado? ¿Divertido? Seguro que a más de uno y de una todas estas preguntas se le han pasado por la cabeza. Y otras muchas; seguro. El año pasado, Tdiferencia dio vida sobre el escenario a una de las pandillas más famosas de la literatura infantil. Onin, Erik, Sara, Ainara y Aimar cobraron vida sobre las tablas de la mano de la compañía navarra que apostó por llevar las aventuras de Onin de libro al teatro. Aquí nos cuentan cómo fue el proceso. Lean, lean…

Fue en una de esas tormentas de ideas que realizan a menudo cuando sonó Onin por primera vez. Anualmente, las tres socias de la cooperativa de artes escénicas elaboran una propuesta teatral y fue precisamente en el brainstorming cuando comenzaron a barajar la posibilidad de convertir este personaje literario en uno de carne y hueso. «Fue Ainhoa la que habló por primera vez de Las aventuras de Onin. Ella conocía el éxito que los libros de Ibon Martin tienen entre los niños y las niñas y, además, le gusta mucho su literatura para adultos…», cuenta Maite Redin.
Así que, ni cortas ni perezosas, decidieron contactar con el escritor guipuzcoano a través de Instagram. «Esperamos su respuesta con nervios… Temíamos qué podría pensar de nosotras… Confiábamos en que viera nuestra web y se diera cuenta de que ni estábamos locas ni queríamos secuestrarle», ríe Redin.

Y así fue. Confió en Tdiferencia: en su propuesta, en su trabajo y en su trayectoria. Y, después de un estupendo café con Ibon Martín, en Donosti, se pusieron manos a la obra. Quedaba mucho trabajo por delante.

Temíamos qué podría pensar Ibon Martín de nosotras…Confiábamos en que viera nuestra web y se diera cuenta de que ni estábamos locas ni queríamos secuestrarle

Maite Redin

Así que, los meses posteriores se dedicaron a la creación del estreno teatral familiar de la pasada Navidad. Maite Redin se centró en la redacción de la obra -con la supervisión de Ibon Martin- y el resto del equipo trabajó en labores de producción -Conchi Redin- y traducción al euskera- Ainhoa Ruiz-.

Así, hasta que llegó el momento de iniciar la selección de los actores y las actrices que darían vida a Onin y a su pandilla. «La selección del elenco fue muy emocionante. Hicimos mucha difusión para el casting, porque queríamos artistas nuevos, que parecieran muy jóvenes o que lo fueran y que resultaran atractivos al público, muy jovencito», explica Maite Redin.

En la selección del equipo artístico primó, además, la formación de los profesionales. «Era fundamental que el equipo tuviera una buena formación teatral y artística, aunque no contaran con mucha experiencia», asegura. Y tuvieron mucha suerte. Porque no tardaron demasiado con encontrar a casi todos los actores y las actrices que encarnarían a los personajes de la pandilla de Onin. Sólo hubo uno que se les resistió un poco más: Erik. El hecho de que fuera el hermano mellizo de Onin marcó la selección del actor. «Tenía que andar parejo con su hermana Onin en altura, color de ojos, de pelo…». Además, la existencia previa de estos personajes en los libros fue también determinante en la elección del equipo artístico. «Tuvimos que compaginar las condiciones físicas y la calidad artística. Así que no fue fácil», explica.

Era fundamental que el equipo tuviera una buena formación teatral y artística

Maite Redin

Pero lograron configurar un gran equipo, bien ensamblado, con ganas de trabajar y mucha ilusión. Ahora sólo quedaba dar forma a la obra. Crear las escenas, dotar de vida a los personajes y configurar la historia. Ensayar muchas horas y convertir a Onin y su pandilla en niños y niñas de carne y hueso. Un proceso que también ha implicado más de un quebradero de cabeza. «El proceso no fue fácil… La sala en la que iniciamos la residencia -en Beriain- no reunía todas las necesidades técnicas que precisaba el proyecto y tuvimos que cambiarla por otra, a última hora». Así, los últimos ensayos previos al estreno se desarrollaron en Urnieta -Gipuzkoa-, en Sarobe Centro de Artes Escénicas, lo que desajustó en cierta medida la programación prevista: más horas de carretera, dietas y kilometraje. «Aún así, la valoración del proceso de ensayos es muy positiva», asegura Redin.

A lo largo de más de tres meses, Onin y el Misterio del Teatro fue tomando la forma definitiva. Y eso que la autora ya tenía la obra en la cabeza al tiempo que iba detallando la historia. «Al escribirlo, casi lo estoy dirigiendo a la vez… Con la imagen espacial, el movimiento de los personajes o el ritmo». Pero, al mismo tiempo, la interacción con los actores y las actrices termina de dar forma al montaje. «Estoy muy abierta a todo lo que el equipo artístico me pueda ofrecer, porque suele ser muy rico. Me gusta mucho hacer pruebas y jugar cosas antes del montaje definitivo porque pueden aportar cosas mejores que las que yo tenía pensada», confiesa la dramaturga.

Al tiempo que Maite iba escribiendo el guión teatral, Aiora Jaka fue traduciendo los textos a medida. Fuimos trabajando a la par

Ainhoa Ruiz

Al tiempo que la obra fue tomando forma, Ainhoa Ruiz fue elaborando la traducción del libreto al euskera. Con la ayuda de Aiora Jaka -traductora de los libros de las Aventuras de Onin- Ruiz se hizo cargo de completar la versión en euskera de la obra. «Al tiempo que Maite iba escribiendo el guión teatral, Aiora fue traduciendo los textos a medida. Así que, fuimos trabajando a la par», explica Ainhoa Ruiz.

Así, las dos versiones de Onin y el Misterio del Teatro -en castellano y en euskera- estuvieron listas al mismo tiempo y se estrenaron en el Teatro Gayarre de Pamplona el 30 de diciembre del año pasado y el 2 de enero de 2024, respectivamente. «El trabajo con los actores y las actrices, en la puesta en escena en euskera, fue muy dinámico. La mayoría está más acostumbrada a trabajar en este idioma y no ha habido ningún problema», asegura.

La obra inició la gira en el mes de enero y ya se ha representado en Fontellas, Berrioplano, Sopela, Tafalla y Ribaforada. «Quizá, lo más complicado del proceso ha sido coordinar los equipos técnico y artístico, porque hablamos idiomas distintos. Pero, a pesar de las dificultades, hemos disfrutado mucho y estamos muy contentas», concluye Redin. Y no es para menos. A tres meses de su estreno, Onin y el Misterio del Teatro ya ha girado por Navarra y el País Vasco y le espera un año repleto de funciones.

PRÓXIMA FUNCIÓN: 17 DE MARZO. ETXARRI ARANATZ. 17:30H. KULTUR ETXEA.

ONIN ETA ANTZERKIAREN MISTERIOA. SARRERAK

Escondite en el trastero del colegio

Iciar Irurtia Orzaiz

Carlota y Carolina apenas se conocen. Tal vez, de vista. De cruzarse en la fila, en los pasillos o acorraladas por algún que otro compañero o compañera en el patio. Sin embargo, tienen muchas cosas en común. Demasiadas. Su día a día escolar es muy parecido. Sus miedos y sus tristezas se asemejan tanto… Y las causas son las mismas. Carlota y Carolina sufren acoso escolar. Boca Rana y Topo viven el recreo en soledad, acuden a clase con angustia y ansían que toque el timbre para correr a casa y ponerse a salvo.

De todo eso habla el montaje de Tdiferencia, El patio/Jolastokia, de la infelicidad que sufren muchos niños y niñas en los centros escolares. En los espacios en los que pasan muchas horas al día y donde algunos y algunas no se sienten bien. Habla también de la necesidad de pedir ayuda, de reconocer las cosas buenas que cada uno y cada una tiene, de la necesidad de ponerse en el lugar de otr@ y de no hacer a los demás todo aquello que no nos gusta que nos hagan a nosotros. Calzarse los zapatos del más débil. El de aquel compañero o compañera que come el bocadillo a solas, que viste diferente, que es más alt@, más baj@ o habla raro. Y estar a su lado.

Daniela (Celia Fañanás), Carlota (Irati Muñoz) y Carolina (Naiara Azpilkueta).

Tdiferencia ha recuperado este montaje para ayudar a poner freno a la violencia en las aulas. Con Naiara Azpilkueta, Irati Muñoz y Celia Fañanás como protagonistas, la obra cuenta la historia de dos niñas -Carolina y Carlota- que viven el recreo en el trastero del colegio. Lejos de miradas burlonas, palabras dañinas, desprecios, empujones o vacíos no deseados. Coinciden allí con Daniela y con ella comparten sus miedos y sus preocupaciones. Junto a ella y a Pelusa descubren que ellas también tienen «estrellas», «muchas cosas buenas» que los que las quieren son capaces de ver. Y que deben cuidar de los demás de la misma manera que les gustaría que cuidaran de ellas. Una historia tierna, divertida y muy real. Con el acoso como temática de fondo y la esperanza como cierre. Porque todos podemos luchar contra el acoso escolar. Comencemos a hacerlo desde las mismas aulas.

del «cole» al teatro

El último día de febrero, la Casa de Cultura del Valle de Aranguren se llenó de niños y de niñas. Cerca de trescientos escolares de 2º y 3º de Primaria del Colegio Público San Pedro (131) y 2º, 3º y 4º del Colegio Público Irulegi (143) de Mutilva abandonaron las aulas para acudir al teatro. Para disfrutar del montaje de Tdiferencia en el que el acoso escolar es protagonista y la solidaridad y la empatía las mejores armas para combatirlos.

La iniciativa cultural nació del Área de Cultura del Ayuntamiento del Valle de Aranguren que, anualmente, procura programar una oferta cultural -en euskera y castellano- dirigida a los centros escolares de la localidad. Que les acerque a la cultura y permita trabajar, a través de las artes escénicas, temáticas incluidas en el currículo educativo. «Pretendemos que todo el alumnado conozca la Casa de Cultura y elaboramos una programación orientada a los centros escolares -obras de teatro, visitas guiadas, exposiciones- que sirvan, además, para trabajar en el centro«, explica Nora Bengoetxea Goya, técnico de Cultura.

En esta ocasión, el Área de Cultura planteó a los centros educativos abordar el acoso escolar a través del teatro. Y, para ello, se han servido de la obra de Tdiferencia El Patio/Jolastokia, que cuenta la historia de dos niñas que sufren acoso en las aulas, pero descubren cómo ponerle freno. «Conocía el montaje y me parecía que se adecuaba muy bien a esta temática y lo planteamos a los centros«, señala.

El visionado de la obra teatral se completará con el trabajo de las fichas didácticas elaboradas a partir del montaje y que ahondan en la temática a tratar. «La idea es que esta iniciativa no se quede en una salida sin más. Que esta actividad les facilite herramientas para seguir trabajando en las aulas», concluye Bengoetxea.

Tailoviu. Siempre, tailoviu

Iciar Irurtia Orzaiz

¿Estarás conmigo para siempre?, ¿estarás con otros chicos?, ¿y con otras chicas?, ¿quieres tener hijos?

No lo sé…

Entonces, ¿qué es lo que quieres, dime?

Quiero ser libre.

¡Yo quiero ser libre también!

Quiero tener la posibilidad de tomar decisiones y llevar a cabo acciones sin imposiciones externas. Aunque ello implique correr riesgos y exija llevar el peso de mis decisiones. Porque, la libertad no es hacer lo que a uno le de la gana. Ser libre es recorrer el camino como uno o una quiera, por donde decida y acompañado o acompañada de quien elija.

Esto cuentan los protagonistas de Tailoviu, de Maite Redin y producida por Tdiferencia. En poco más de cuarenta minutos, esta obra dirigida a toda a la familia, narra la historia de amor que surge entre un niño y una niña, desde su más tierna infancia. Juegan, ríen, comparten y se quieren. Y, también, crecen y evolucionan.

Nerea Bonito y Xabier Artieda dan vida a la niña y al niño que cuentan su historia de amor en la obra. Los que comparten sus primeros balbuceos, sus descubrimientos y sus miedos. Se divierten jugando -ella es la «poli» y él el «ladrón»-, ella ríe cuando el excremento de un pájaro se estrella en el ojo de él -que llora- y ella le besa. Se emocionan y se ponen nerviosos. Porque se gustan: «me gusta y le gusto».

Redin se sirve de la historia de estos «pequeñxs» para desmitificar el amor romántico. Considera fundamental el respeto y la empatía ante el enamoramiento infantil y aprovecha esta historia para alterar los patrones habituales de conducta y prevenir la violencia machista.

Porque, en Tailoviu, es la niña la que toma la iniciativa, la que ríe y la que besa. No es una niña cobarde, se imagina desenvainando una espada y practica artes marciales.

Entre los dos descubren que se pueden querer sin seguir los pasos de las «personas mayores». Eneko no tiene que salvarla para que ella le quiera. Y ella no tiene que ser ni guapa, ni alta ni delgada. Porque el amor es respeto, aceptación y reconocimiento.

Crecen juntos, comparten estudios, palomitas y carcajadas. Y, entre los dos, van descubriendo que los intereses de cada uno van tomando caminos distintos. Y comienzan sus primeras discusiones… Empiezan a plantearse las primeras cuestiones sobre su relación. Si estarán juntos para siempre, si saldrá con otros chicos o chicas o si quiere tener hijos… Y, entonces, entre los dos, llegan a la misma conclusión: quieren ser libres. Ella desea conocer África y él viajar a Asia. Ella quiere ser nómada y tener un perro. Él, una casa con jardín y veinticinco gatos. Ella, azúcar. Él, sal.

Y separan sus caminos. Cada uno inicia su propio recorrido, con sus intereses, sus gustos y sus compañías. Pero, desde el respeto y, sobre todo, desde el amor. Se despiden y se quieren: Tailoviu. Siempre Tailoviu.

Una historia de amor, de empatía y de diversidad

Iciar Irurtia Orzaiz

Ha sido un fin de semana intenso. Emotivo e ilusionante. Cargado de nervios y de tensión. De abrazos, de sonrisas y también de lágrimas. El pasado fin de semana, No hay una caja para mí/Ez dago kutxarik niretzat vio la luz en la Escuela Navarra de Teatro. Fueron tres funciones -viernes, sábado y domingo- ante un público emocionado y agradecido que disfrutó de la nueva producción de Tdiferencia. De la historia de amor que resiste a los embates de la vida. Que se hace fuerte, evoluciona y rezuma ternura y cariño. Que se enfrenta a quienes «no entienden lo que no ven» y que sale adelante ante la incredulidad de much@s.

La obra de Maite Redin aborda la diversidad sexual y narra la historia de amor entre dos mujeres que se enfrentan a las violencias del día a día. Las que rechazan todo aquello que no se ajusta a los estereotipos y hacen la vida más difícil a quienes la sufren. Celia Fañanás y Naiara Azpilkueta protagonizan el nuevo montaje de Tdiferencia, que también se representa en euskera. Ainhoa Ruiz, de la compañía, se ha encargado de su adaptación y traducción. Dirigida a público adulto -mayores de catorce años- la obra muestra la vida de dos mujeres desde su adolescencia hasta pasados los cincuenta años.

«ME GUSTA ENCARNAR A UN PERSONAJE AL QUE LE ATRAVIESAN LAS COSAS QUE LE ATRAVIESAN…»

Dice Naiara Azpilkueta que coprotagonizar No hay una caja para mí/Ez dago kutxarik niretzat le ha enseñado a «medir cómo dices las cosas». Porque, asegura, «no es lo mismo lo que se vive a los 46 que a los 24». La actriz puentesina se refiere a los saltos temporales que muestra esta obra, en la que se narra la historia de dos mujeres desde su adolescencia hasta la edad adulta y que le obligan a interpretar el amor en edades muy distintas. «Estoy muy contenta de estar en esta obra, porque aborda temas que me importan mucho y me gusta poder encarnar a un personaje al que le atraviesan las cosas que le atraviesan..». Azpilkueta se refiere a la presión que sufre la pareja por el mero hecho de pertenecer al colectivo LGTBI+. «Se cuenta la historia de vida de dos mujeres con sus preocupaciones, alegrías y las penas que les toca vivir desde la opresión que sufren». Por eso, afirma, la obra trata de favorecer la sensibilización hacia el colectivo LGTBI+ y la «responsabilidad de las actrices de abordar este tema desde la sinceridad y el respeto».

«ESTÁ SIENDO UN PROCESO MUY BONITO: DESDE DENTRO Y DESDE EL PATIO DE BUTACAS»

No hay una caja para mí/Ez dago kutxarik niretzat cuenta una historia de amor entre dos personas. «Cómo se vive al principio, cómo se crece, cómo es la convivencia, los desencuentros… Y, como eje central, la identidad de género», resume la actriz. Porque cuenta la historia de amor entre dos mujeres. Ese aspecto ha sido, quizá, el que más esfuerzo le ha requerido. «Hay que colocarse en el sitio del otro, empatizar. Ponerse en sus zapatos. Esto es quizá lo que más me ha llegado de esta obra».

Celia Fañanás la está disfrutando. Asegura que le está dando muchas tablas como actriz y que el hecho de ver la vida desde otro punto de vista le está aportando mucho. «Interpretar una obra con esta relevancia social te coloca en otro punto. Estás prestando tu voz para contar una historia muy bonita y, a la vez, muy cruda».

Una obra que, afirma, toca muchos palos, «abre muchos cajones». «Nos está llevando a muchas conversaciones, porque te coloca ante muchos espejos y ante la posición de personas distintas en tu vida. Está siendo un proceso muy bonito: desde dentro y, seguro, también desde el patio de butacas».

«No hay una caja para mí», esta tarde en la Escuela Navarra de Teatro

Iciar Irurtia Orzaiz

Su proceso creativo se ha completado en el teatro de la «La Escuela». Sobre su escenario se han limado escenas, aclarado matices, corregido posturas o direccionado miradas. Con el apoyo de la Escuela Navarra de Teatro, que gracias a su Programa de Residencias ha permitido a Tdiferencia poner en escena su nueva obra No hay una caja para mí/Ez dago kutxarik niretzat. Esta tarde, la obra se estrena en el teatro de La Escuela, a las 19:00H. La función se representa también mañana y, el domingo, en euskera.

Hoy nos hablarán de su vida. Nos mostrarán la bonita historia de amor que comparten y que no cabe en una caja. La que han construido poco a poco. A base de cariño, de empatía, de golpes, de ternura y de paciencia. Con su cariño mutuo, su respeto, su comprensión y su constancia. En el teatro de la Escuela, esta tarde, Celia Fañanás y Naiara Azpilkueta desnudarán su alma y nos contarán su historia. La que han compartido desde la adolescencia hasta pasados los cincuenta años.

El estreno será en la Escuela Navarra de Teatro, donde Tdiferencia ha realizado la residencia técnica. Se trata de un programa, enmarcado en la actividad “La escuela creativa”, que tiene como finalidad apoyar la creación de espectáculos, el talento artístico y su desarrollo y enriquecer la vida cultural. Así, la Escuela -como centro integral para las artes escénicas- impulsa las residencias, para potenciar el desarrollo de proyectos destinados a artistas y compañías locales. La escuela pone sus espacios y sus recursos a disposición de las compañías navarras y los artistas locales. Colabora en producciones y ofrece sus instalaciones para realizar pruebas y prestar apoyo en el proceso creativo. «El objetivo es crear un entramado de colectivos artísticos que tengan ganas de poner a prueba su puesta en escena. Contempla la mediación y también el intercambio entre profesionales y seleccionados», explica Maite Legarrea, docente de la Escuela Navarra de Teatro y responsable de la Comunicación del Centro.

El centro de formación en artes escénicas navarro ofrece dos convocatorias para optar al programa de residencias, en mayo y en noviembre. «La comisión que formamos Javier Pérez Eguaras, María Sagüés y yo es la encargada de resolver la selección de los proyectos para las residencias», apunta Legarrea.

La Escuela ofrece la posibilidad de realizar tres tipos de residencias: técnica, creativa y de investigación. En el caso de Tdiferencia, la compañía navarra ha realizado la residencia técnica. «Ya tenía un espectáculo ideado y estos días, en la Escuela se les ha ayudado a poner en pie su trabajo escénico con el apoyo técnico que ofrece el centro», señala. Así, el 25 de enero inició los ensayos en su teatro y ha continuado trabajando en sus instalaciones hasta el día 2 de febrero. «Con la presencia de Tdiferencia estamos encantadas, porque tenemos a ex alumnas en el programa de residencias y es un gusto volver a verlas por aquí después de tanto tiempo», señala María Sagüés, profesional de la Escuela.

En las residencias creativas, la Escuela ofrece la oportunidad de desarrollar nuevos trabajos y proyectos artísticos en un entorno dedicado y colaborativo. Así, según explican desde el centro de formación en artes escénicas, en éstas les proporcionan el lugar, el tiempo y los recursos para concebir, ensayar, entrenar y representar los espectáculos. En las residencias de investigación se busca fomentar y apoyar la investigación y la experimentación y se ofrece la oportunidad de desarrollar proyectos innovadores, de explorar nuevas formas de expresión y de profundizar en su práctica artística.

PROGRAMA DE RESIDENCIAS DE LA ENTNAE

En la convocatoria de residencias de noviembre de 2023, la Escuela seleccionó ocho proyectos para llevarlos a cabo a lo largo de este año.

NO HAY UNA CAJA PARA MÍ/EZ DAGO KUTXARIK NIRETZAT. Tdiferencia. Estreno: 2, 3, 4 de febrero en LA ESCUELA teatro-antzoki.

EL INMIGRANTE. Teatro Firulete. Estreno: 1, 2, 3 de marzo en LA ESCUELA teatro-antzoki.

TENGO ALGO PREPARADO. Pazpez. Estreno: 9, 10 de marzo LA ESCUELA teatro-antzoki.

ENE BE. Garawi Cejota. Estreno: 14, 15, 17 de marzo en LA ESCUELA teatro-antzoki.

ONDAS BÁRBARAS. La 2ª compañía. Estreno: 26, 27, 28 de abril en LA ESCUELA teatro-antzoki.

Entrevista con Maite Redin: «‘No hay una caja para mí’ cuenta la historia de amor de dos personas»

Iciar Irurtia Orzaiz

Maite Redin, de Tdiferencia, es la autora de este nuevo montaje que se estrena en la Escuela Navarra de Teatro el 2 de febrero. Se representará también el sábado 3 y, en euskera, el domingo 4 de febrero.

La nueva producción de Tdiferencia habla de amor. Pero de AMOR con mayúsculas. Del amor que se profesan dos personas que deciden iniciar una relación, que comparten vida, vivienda, evolución, miedos y anhelos. Que avanzan juntas y se enfrentan al futuro unidas. Narra la historia de dos personas que han crecido encorsetadas y que todavía no han encontrado una «caja» en la que quepa su vida entera. Maite Redin es la autora y la directora de esta obra -que se representa en en castellano y en euskera- que ha traducido Ainhoa Ruiz -de Tdiferencia- y que protagonizan las actrices Naiara Azpilkueta y Celia Fañanás. En la ENT los días 2, 3 y 4 de febrero. Las entradas se pueden adquirir en la página web de la Escuela.

Naiara Azpilkueta y Celia Fañanás en uno de los ensayos de «No hay una caja para mí».

¿Cómo nació No hay una caja para mí?

Nació de la necesidad de explicar que todas las historias de amor son eso: historias de amor, independientemente del género de quienes formen parte de ellas. Son personas viviendo el amor. Me apetecía tocar este tema… Hacía tiempo que Tdiferencia quería abordar, en sus obras, la diversidad sexual. Entre otras cosas, porque nos asusta la violencia que hay contra el colectivo LGTBI+. Y porque nuestro compromiso es evitarla y luchar contra ella con nuestras propias armas.

¿Qué nos cuenta en su nuevo montaje?

No hay una caja para mí narra la relación amorosa entre dos personas que, en su infancia y adolescencia, se han sentido demasiado aprisionadas en la caja en la que se han criado. Es una historia de amor de dos personas que comparten toda su vida, que crecen juntas, que forman una familia… En definitiva, cuenta la historia de amor de dos personas cualquiera. Porque, el amor no tiene género; desear hij@s no tiene género; amar a los hij@s no es una cuestión de género.

El amor no tiene género; desear hij@s no tiene género y amar a los hij@s no es una cuestión de género

Y, ¿qué quiere decir al espectador?

Que sólo es importante la palabra amor. Lo demás es irse por las ramas. A veces, en algo tan bonito como el amor buscamos darle la vuelta, el rédito político o aumentar el número de seguidores… Y todo eso estropea la esencia. Que hoy en día se odie a seres humanos por su condición es una locura. La fobia es horrible.

En No hay una caja mí, Tdiferencia pone de relieve, una vez más, los principios que rigen el trabajo de su compañía…

El compromiso social de Tdiferencia es la prevención de todo tipo de violencia: contra las mujeres, la infancia, el colectivo LGTBI+ o los animales. Para acabar con la violencia contra las mujeres es fundamental promover la igualdad; para luchar contra la violencia en la infancia es necesario incidir en la empatía y hay que abrir los ojos y el corazón de las personas para luchar contra la violencia que amenaza al colectivo LGTBI+.

La obra se representa en castellano y en euskera…

Hace tiempo que queríamos crear una oferta teatral para público joven. Y, además, de calidad y en euskera. Porque ése es otro de los principios de la compañía: la promoción y la difusión del euskera.

¿Hace falta teatro comprometido para lograr la normalización, el respeto y la igualdad?

Cualquier medio que nos visibilice, que nos acerque y nos ayude a comunicarnos es necesario. El teatro es una vía estupenda, porque tiene una cercanía con el público especial, se le oye latir al actor. Esa inmediatez, esa manera de contar las cosas…

El compromiso social de Tdiferencia es la prevención de todo tipo de violencia. Creemos en el poder transformador de la cultura, así que no vale no hacerlo

¿Considera el arte una herramienta útil para lograrlo?

Por supuesto. Creemos en el poder transformador de la cultura, así que no vale no hacerlo.

No hay una caja para mí se estrena en la Escuela Navarra de Teatro el 2 de febrero. ¿Cómo vive su regreso a «la escuela»?

Volvemos a la ENT, el lugar donde Ainhoa -Ainhoa Ruiz, traductora de euskera- y yo nos hemos formado, volvemos al nido. Hay una mezcla de emoción, de ilusión y de agradecimiento por haber sido seleccionadas para hacer la residencia… La ENT cree en el poder transformador de la cultura. Serán tres pases: dos en castellano -2 y 3 de febrero- y uno en euskera -4 de febrero-. Estar tres días en la misma sala es algo muy complicado. Así que, no podemos estar más contentas. Hemos iniciado 2024 con el estreno de Onin y el Misterio del Teatro en el Teatro Gayarre, con dos funciones seguidas y lo continuamos con este estreno en la Escuela Navarra de Teatro, con tres funciones. Así que, estamos felices.

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Juega, aprende y disfruta con la pandilla de Onin

La pasada Navidad, saltaron al escenario. Onin, Erik, Sara, Ainara y Aimar viajaron al Teatro Gayarre y compartieron misterio y aventura con cerca de dos millares de personas. Cantaron, se divirtieron, bailaron y descubrieron los entresijos del teatro de Pamplona. Fue su primera toma de contacto con el mundo de las artes escénicas. Los protagonistas de las aventuras de Onin -la colección de literatura infantil del escritor guipuzcoano Ibon Martin– cobraron vida, de la mano de Tdiferencia. Abandonaron el papel para vivir una nueva aventura sobre el escenario. Fue su primera incursión en el mundo del teatro, pero no la última. Les espera un año cargado de funciones, a lo largo y ancho del País Vasco y Navarra. Y, además, cerca de una veintena de talleres de mediación para niños y niñas, en localidades de menos de tres mil habitantes.

Este 2024, para la pandilla de Onin, será un año de lo más agitado. En un abrir y cerrar de ojos, han pasado de los libros al teatro. De vivir aventuras sobre el papel a compartir emociones, aplausos y talleres con cientos de niños y niñas. Porque, el nuevo montaje de Tdiferencia no se ha ceñido sólo a los patios de butacas. Onin y el Misterio el Teatro/Onin eta antzerkiaren misterioa es un proyecto cultural más amplio que pretende acercar a los niños y a las niñas al mundo de las artes escénicas, educarles en la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente, fomentar su interés por la lectura, incidir en valores como la empatía, la igualdad y el respeto y favorecer su gusto por la cultura.

Para lograr todo ello, Tdiferencia ha contado con la ayuda del Programa Innova, de Fundación Caja Navarra y Fundación «la Caixa». Y ha puesto en marcha unos talleres de reciclaje y customización de ropa -para niños y niñas- en localidades de menos de tres mil habitantes. «El objetivo es acercar el teatro a aquellas localidades que no disponen de espacios escénicos en los que se pueda representar y que les resulta más difícil asistir al teatro. Es un modo de acercar la historia a los niños y las niñas y mostrarles los personajes, al tiempo que se ofrece una actividad educativa y respetuosa con el medio ambiente», explican desde Tdiferencia.

Queremos recuperar el teatro como un acto social, como otra manera de compartir experiencias

Así, estos talleres -que se imparten en euskera y castellano- se pondrán en marcha, a un precio reducido, en diecisiete localidades navarras, gracias al apoyo del Programa Innova. «Nos gusta mucho llegar a zonas con difícil acceso a la cultura, que no disponen de un espacio habilitado para ver teatro y cuentan con pocos recursos para ello. En estas localidades, los adultos y adultas son los que deben asumir el compromiso de desplazarse a otras localidades para disfrutar del teatro o de otras propuestas culturales», señalan desde la compañía. Tdiferencia persigue, a través de esta iniciativa, favorecer ese interés por las artes escénicas y despertar el deseo del público infantil por asistir al teatro. «Queremos recuperar el teatro como un acto social, como otra manera de compartir experiencias. Favorecer el gusto por del teatro».

Con una duración aproximada de una hora, los talleres cuentan con la presencia de dos de los protagonistas de las Aventuras de Onin. La actividad comienza con la presentación de los personajes, que además de contarles detalles y anécdotas sobre el montaje teatral, informan a los participantes de las próximas funciones de Onin y el Misterio del Teatro/Onin eta antzerkiaren misterioa. «Para cuando llegan los niños y las niñas -a los que aconsejamos que traigan su ropa usada- los materiales para tunear las prendas ya están preparados», indican.
Así, gracias a las recomendaciones de Erik, Sara, Onin, Ainara o Aimar, los asistentes pueden transformar sus antiguas prendas en nuevas ropas para su colección. «Los personajes –es así como se presentan– les hablan sobre el ‘mega consumo’ de nuestra sociedad y la importancia del cuidado del medioambiente. Les dan ideas, les ayudan y les acompañan en la transformación de sus ropas», apuntan desde Tdiferencia.

La pandilla de Onin llenó Gayarre

Iciar Irurtia Orzaiz

Ha sido un final de año vertiginoso. Y un inicio de lo más movido. El 30 de diciembre, el Teatro Gayarre -lleno hasta la bandera- acogió el estreno en castellano de Onin y el Misterio del Teatro. Y arrancamos 2024 con el coliseo repleto de público para disfrutar de la primera función de este montaje basado en Las aventuras de Onin, de Ibon Martin, en euskera.

Sin duda, Onin y el Misterio del Teatro/Onin eta antzerkiaren misterioa ha sido la función de esta Navidad. La que ha reunido a niños, niñas, abuelos, primas, aitas y amigas en el patio de butacas del Gayarre. Ha hecho reír, cantar, aplaudir y disfrutar mucho. Onin, Sara, Erik, Aimar y Ainara han mostrado al público las entrañas del teatro y les han presentado al tenor que dio vida al coliseo de Pamplona. Esta Navidad, su aventura en el teatro ha hecho las delicias de cerca de dos millares de personas y la pandilla de Onin llevará sus aventuras por teatros de Navarra y el País Vasco a largo de este 2024. Este mes de enero, la cuadrilla de Ibon Martin estará en Fontellas (22). En febrero, se acercará a Berrioplano (11), Sopela (12), Tafalla (24) y Ribaforada (25).

Nervios y emoción

El 30 de diciembre, la jornada comenzó muy pronto para el equipo de Tdiferencia. La tarde acogía el estreno, en el Teatro Gayarre, de la obra más destacada de esta Navidad y el evento exigía un trabajo puntual y exquisito. Para las ocho y media de la mañana, los técnicos ya trabajaban entre las bambalinas del teatro de Pamplona. Al mismo tiempo, la productora ejecutiva del montaje –Conchi Redin– accedía a los camerinos para organizar y poner a punto, con sumo cuidado, el vestuario de los dos actores y las tres actrices que protagonizarían el estreno. Mientras, Irati Muñoz se acercaba un poco más a su personaje -en un salón de belleza- peinando su melena al puro estilo Onin.

Equipos técnico y artístico, en el camerino, antes de salir al escenario.

La directora y la ayudante de dirección –Maite Redin y Ainhoa Ruiz– pisaban el Gayarre cerca de las nueve de la mañana y tras el telón del escenario más emblemático de Pamplona comenzaban a aflorar los nervios, las prisas y las emociones. Las flores y los dulces de chocolate -detalle de Producción para los elencos técnico y artístico- sirvieron para poner la nota amable a una jornada de vértigo.

Canturreos en el camerino, bailes, cuchicheos, gritos… Las horas previas a la función eran un volcán de emociones. Tensión, ansiedad, incertidumbre y responsabilidad. Los personajes de las Aventuras de Onin iban a cobrar vida y, de la mano de Tdiferencia, traspasarían los libros para saltar al escenario. Irati, Kimetz, Celia, Naiara e Iban cederían sus voces, sus cuerpos, sus gestos, sus movimientos y hasta sus emociones a Onin, Aimar, Sara, Ainara y Erik.

Antes de que llegara la hora de comer, había que dejar todo a punto: pruebas de sonido e iluminación, escenografía y vestuario. También el vestíbulo del teatro debía estar listo para acoger al público que esa tarde llenaría el teatro. Dos grandes paneles a color y una mesa repleta de libros de Las aventuras de Onin daban la bienvenida en la entrada del recinto y servían de aperitivo ante la aventura que se iba a vivir en el patio de butacas.

¡Al escenario!

Tres y media de la tarde: último pase antes del estreno. Es momento de fijas las posiciones sobre el escenario y estudiar con detalle la escenografía, la iluminación y el sonido. Los actores y las actrices -caracterizados ya como sus personajes- se situaban por primera vez sobre las tablas del Gayarre, con su particular desnivel y ante su impresionante patio de butacas. Y la obra comenzaba, con la música, el baile, los cambios de escenografía, los juegos de luces y las aventuras. Era el momento de tomar apuntes, de captar imágenes y señalar correcciones.

A las cinco y media de la tarde, el teatro abría sus puertas a cientos de niños, niñas y mayores. Con ganas de disfrutar del teatro, de conocer a sus personajes favoritos y de vibrar en el patio de butacas. Unos se acercaban en familia, otras venían con amigos y algunos y algunas ataviados con gorro de Papa Noel.

Y el estreno fue un éxito. Artistas y público disfrutaron de lo lindo de la aventura en el teatro. Rieron con Gurupando, se asustaron en el camerino, se enternecieron con Erik y Sara y vibraron con el baile de la pandilla en el patio de butacas. Hubo misterio, empatía, aventura y diversión. Y esto no ha hecho más que empezar… ¡Onin y su pandilla se van de gira!

PRÓXIMAS FUNCIONES

Fontellas. Castellano. 20 de enero.

Berrioplano. Euskera. 11 de febrero.

Sopela. Euskera. 12 de febrero.

Tafalla. Castellano. 24 de febrero.

Ribaforada. Castellano. 25 de febrero.

Etxarri Aranatz. Euskera. 17 de marzo.

Lodosa. Castellano. 4 de abril.

Villava. Castellano. 5 de abril.

Villava. Euskera. 6 de abril.

Getxo. Euskera. 2 y 3 de junio.

Entrevista con Ibon Martin, escritor: «El salto de Onin al teatro es muy ilusionante»

Iciar Irurtia Orzaiz

El nuevo proyecto teatral de Tdiferencia nació en una cafetería de Donosti. Bueno, más bien, allí comenzó a tomar forma. Porque la idea surgió en las cabezas de Maite Redin y Ainhoa Ruiz -directora y ayudante de dirección y euskera- de Tdiferencia. Ellas imaginaron a Onin y a su pandilla viviendo aventuras sobre un escenario. Y no dudaron en contactar con Ibon Martin, escritor y autor de la colección literaria infantil Las Aventuras de Onin, que ha llegado ya a 100.000 niños y niñas del País Vasco y Navarra. Que la pandilla de Onin salte de las páginas de los libros a los escenarios es algo «muy ilusionante. Pronto les dije que adelante y, gracias a estas locas maravillosas, este proyecto es ya una realidad».

Onin y el Misterio del Teatro/Onin eta antzerkiaren misterioa se estrena el 30 de diciembre -castellano- y el 2 de enero-euskera- en el Teatro Gayarre. El aforo de ambas funciones ya está completo.

Del libro al teatro…

En ningún momento había soñado con la idea de que Onin trascendiera de lo que eran los libros. Y están ocurriendo cosas: concursos de dibujos, encuentros en centros escolares… Pero, lo más ilusionante -por original y porque va a llegar a muchos lugares donde la literatura no llega- es el salto al teatro.

¿Cómo surgió esta propuesta teatral?

El proyecto de Onin y el Misterio del Teatro nació a partir de Tdiferencia y el proceso ha sido muy bonito e interesante. Maite Redin de Tdiferencia la ha escrito y lo ha compartido conmigo, lo que me ha permitido trasladarle mi opinión y mis ideas. Y ha surgido una obra de teatro que va a ser divertidísima y que va a hacer que los niños y las niñas estén pegados al asiento desde el primer momento y hasta el último, que es lo mismo que pretendo cuando escribo los libros. Que lo abran y no puedan parar de leer.

Gracias a estas «locas maravillosas»- Maite Redin y Ainhoa Ruiz- este proyecto es ya una realidad

Parece ilusionado con este montaje…

Sí, me hace una ilusión especial. Porque Onin va a llegar a muchos niños y niñas que quizá no leen, pero sí van a al teatro. Y a pueblos pequeños en los que quizá no es tan fácil acercarse a una librería. Pero, gracias al teatro, van a poder disfrutar de las aventuras de Onin.

¿Qué tiene esta pandilla que gusta tanto al público infantil?

Cuando me planteé escribir una colección infantil pensé que quería que el protagonismo no fuera de un niño o de una niña, sino de un grupo de amigos y amigas. Que fuera heterogéneo, en el que hubiera todo tipo de personajes y además inclusivo. Así nació esta pandilla, en la que tenemos a Sara, muy urbanita al principio, a la que le cuesta ir al monte, pero que va evolucionando y acaba adaptándose. Y todos le aceptan tal y como es. Está también Aimar, con sus prótesis… Cada uno tiene su mundo y sus historias, pero todos se apoyan y todos tiran para adelante.

Pero en esa cuadrilla, destaca Onintza, una niña…

Claro, en esa cuadrilla también tenía que haber una voz cantante. Creo que se debe incidir todavía en que los protagonistas masculinos han sido y siguen siendo mayoría en la literatura, tanto de adultos como infantil. Y creo que los que escribimos tenemos que visibilizar más a las mujeres, empezando por las niñas.

Ella es quien cuenta las historias de la pandilla.

Para mi, contarlo desde su punto de vista era un reto, al tiempo que algo cercano. En casa, tengo una hija, que lo devora todo. Y desde luego que tener a una niña -que no es mi hija, pero que podría serlo- de protagonista era un reto. Porque no soy yo, pero al mismo tiempo es algo bastante cercano.

De los libros de viajes y los thrillers a la literatura infantil. ¿Cómo nació esta propuesta literaria?

Es una evolución lógica, dentro de lo que cabe. Comienzo escribiendo una serie de guías de excursiones, eso me lleva a querer dotar de vida algunos lugares que he do descubriendo -que me parece que pueden contar más de lo que da de sí una excursión- y eso me lleva a escribir novelas localizadas en esos lugares especiales. El paso a la literatura infantil viene de la mano de mi hija: comienza a pedirme historias, que le consiga libros, que le lleve a la biblioteca… Lo que voy leyéndole no me termina de convencer. No me parece que son los libros que yo quiero para mi hija, no terminan de cuajarme.

Creo que los que escribimos tenemos que visibilizar más a las mujeres, comenzando por las niñas

Y decide escribirle sus propias historias...

Pienso en una historia que sea atractiva para mi hija y para todos los niños. Pero que, sobre todo, aporte una serie de valores, que incluya enseñanzas. Intento que cada página sea divertida y atractiva, pero que al mismo tiempo contenga valores importantes para la vida y que sean, sobre todo, positivos.

Valores como…

Igualdad, empatía… Es clave que los niños y las niñas sean empáticos. Que Sara tenga un problema para pasar un charco o que a Erik se le caiga un pulpo en la cabeza y el resto no se rían. Que les echen una mano y les entiendan desde la diferencia. Creo que es algo que a nosotros no se nos enseñaba y que ahora, incluso, debería enseñarse más en los colegios y en las familias.

Que se muestran en estas historias.

Onin pretende ser eso. Pero, además, desde ese contexto cercano: nuestro paisaje, la mitología… Trato de acercar a los niños y a las niñas a nuestra cultura y, al mismo tiempo, atraerles a la lectura, con algo que les resulte reconocible y que cualquier día se puedan acercar a conocerlo.

Es clave que los niños y las niñas sean empáticos. Es algo que a nosotros no se nos enseñaba y creo que debería enseñarse más en los colegios y en las familias

Imagino que su hija fue su primera crítica…

Sí, claro. Tiene diez años y ya los lee ella sola -al principio se los leía yo-, de cabo a rabo. Y es la primera que encuentra las erratas. Se fija mucho en los dibujos y, en ocasiones, encuentra incongruencias entre las ilustraciones y el texto. Así que, no tenemos más remedio que adaptar el texto o la ilustración, para que casen…

Acaba de salir a la venta la última aventura de la pandilla de Onin, ¿habrá más?

Sí, claro. Acaba de publicarse Onin y el cómic maldito y, para la próxima entrega, tendremos lista una nueva entrega de las Aventuras de Onin.

Los protagonistas de Onin y el Misterio del Teatro/Onin eta antzerkiaren misterioa.